Aceite de hipérico

Tras la recolección, inmediatamente se maceran con los mejores aceites de oliva durante semanas siguiendo las fórmulas de los alquimistas más célebres.

El resultado final ha sido el que seguramente todos considerareis como “el mejor aceite de hipérico de nuestra tierra”.

La historia del hipérico (hypericum perforatum) se remonta a la antigua Grecia en la que consideraban a dicha planta como una de las más reputadas. La palabra “hipérico” viene del griego hyperikon que significa por encima de una aparición ( Hyper (sobre) y elkon (imagen) ). Su nombre perforatum da constancia de la multitud de agujeritos que tienen sus hojas debido a las glándulas de aceite existentes en las mismas. Según cuentan diversas leyendas los caballeros de la orden de san Juan de Jerusalén (cuyo patrón era Juan Bautista) usaban la planta en las heridas de guerra en las cruzadas; el diablo enfadado por sus poderes curativos atacó la planta con una aguja y le hizo miles de agujeros. La misma leyenda reconoce que si llevas las hojas del hipérico hacia la luz, se ven pinchazos en forma de manchas negras conformando las glándulas aceitosas que poseen. El mismo Hipócrates la indicaba como remedio antiflamatorio y regenerador en dolores artrósicos y neurálgicos y además la consideró como la "árnica de los nervios".